Para crear mi propio mutante he pensado en mí misma. En lo que me gustaría ser o aportar a mis alumnos. Y mi pregunta sería, ¿qué me gustaría hacer o tener para cumplir con todos mis deseos como docente? ¿Qué poderes añadiría a mi persona para hacer que mis alumnos disfruten de la educación tanto o más que yo? Y de esta manera nació Luna.
Luna, como dice su nombre, viene de nuestro querido satélite.
Toda su vida ha dado vueltas a nuestro alrededor y nos conoce a la perfección.
En su modo de vida alberga tradiciones de todas y cada una de las culturas de nuestro planeta, sus rasgos son exactamente iguales que los nuestros, pero tiene un poder que no tiene ningún ser humano: puede cambiar su forma física a cualquier otra.
Su mayor ansia es conseguir la admiración y cariño de cada uno de los alumnos a través de sus enseñanzas y su peor miedo es recibir sentimientos negativos de los mismos niños.
Luna está conectada a todos nosotros. Sabe lo que nos gusta y lo que no, conoce la manera de hacernos sentir bien analizando nuestras emociones y de hacernos llegar a la perfección la información deseada.
¿Cómo? Ya dijimos antes que puede cambiar su forma física a cualquier otra.
Si queremos conocer en profundidad a los mamíferos, nos lo permite mostrando todas sus características en su propia "piel", nos lleva a lugares lejanos gracias a su mente proyectando en el espacio el lugar que desea mostrarnos. Si queremos conocer el funcionamiento de... una nube en el ciclo del agua, por ejemplo, ella misma será la nube que dejará caer el agua sobre la superficie terrestre.
Lo mejor de todo, es que Luna nos conoce y se adapta a nosotros. Si necesitamos movernos, ella nos lleva a ese lugar al que tanto deseamos ir para explorarlo en profundidad. Lo importante es que ella misma puede hacer que todos y cada uno de nosotros disfrutemos del aprendizaje haciendo del mismo una pasión enriquecedora.
Después de conocer a Luna, ¿qué poder te gustaría tener para ser el "mutante docente" que siempre has soñado?